En la última reunión familiar, un sobrino mío comentó que le habían encomendado el trabajo de lijar las maderas del parrón, para luego poder pintarlas. El encontraba ese trabajo aburrido, “una lata”, y había decidido dejar de hacerlo. Mi reacción fue “este joven necesita incentivos monetarios”. Pero su padre comentó que ya lo había ofrecido, a lo que opiné “seguro había sido poco atractivo”!
Recién a los dos días después, nótese que pasó harto tiempo, caí en cuenta ¡cuan equivocado estaba yo! No es un problema de falta de “incentivo económico”, sino de falta de “sentido” del trabajo. Tampoco sería problema si fuera solo “ese” trabajo el aburrido pero que hubiera otros en que si colaborara activamente.
Como encontrar entonces el “sentido” de esos trabajos, para poder mostrarlo a nuestros hijos. Era más fácil en tiempos pasados, cuando las familias se alimentaban de lo que cosechaban. Pocos se habrán cuestionado si era agradable o no sembrar. Simplemente, había que hacerlo. Si, pero ¿porqué los hacendados hacían trabajar a sus hijos en el campo, como cualquier peón?
¿Porqué yo, a su edad, hacía ese tipo de trabajos “aburridos”? Yo recuerdo dos razones: en unos casos era simplemente una obligación (hacer tu cama), pero en otros estaba conciente que si no los hacía yo o mis hermanos, lo haría mi madre, y eso le daba un “sentido” al trabajo. Hoy la tecnología por un lado y por otro lado el aumento de los ingresos permiten pagar por esos trabajos, entonces, para los hijos, no es para nada evidente que uno esté ayudando a su madre, sino sólo reemplazando costo lo que el hijo confirma cuando uno le ofrece pagar por un trabajo.
Me pregunto entonces si, en los niños, ¿será tan importante darle sentido al trabajo? Puede que ellos no lo entiendan todavía, pero el adulto sabe que pedir a los jóvenes que aporten con su trabajo en la casa tiene mucho “sentido” para que ellos aprendan que el vivir en comunidad exige participar. Es necesario aportar con algo, hacerse responsable de algo.
Fácil decirlo hoy que mis hijos ya son adultos. Miro hacia atrás y veo que no hice lo que hoy propongo. Ni siquiera lo pensé. Y si lo pensé, no quise ganarme un conflicto con el hijo(a) y cejé.
¿Cómo modelar frente a nuestros hijos el dar sentido al trabajo? Porque se requiere efectivamente que ellos lo vean. No es lo mismo saber que el papá o la mamá trabajan duro, que verlo y tener opciones de ayudar.
Es necesario crear esos espacios! Hay muchas maneras de hacerlo, se puede elegir cuales trabajos hacer, también donde hacerlo (en la casa, en el colegio, en una organización de ayuda social, en el barco), pero todas requieren que el adulto vea el sentido que ello tiene y él no lo encuentre “aburrido”.
lunes, 4 de mayo de 2009
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1 comentario:
Hola Mauricio: buen tema el que has abordado, pero me quedo pensando en como dar sentido cuando quizás el sistema más grande tiene un problema de sentido mayúscula en que los niños son simples síntomas de un problema mayor.
¿Ven el sentido del trabajo del padre, aparte de traer plata para la casa?
Es pasar al problema del sentido en general. Yo creo que estamos cortos ahí, muy cortos.
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