viernes, 4 de abril de 2008

El saludo

El 1 de abril, en el centro de Santiago, en la mismísima Plaza de Armas, se dio inicio a la campaña Enamórate de Dar en que la Comunidad de Organizaciones Solidarias invita a todos los chilenos a hacer de la solidaridad una forma de vida. En Chile nos gusta pensar que somos un país solidario, y así se nota en las grandes colectas o en los casos de catástrofes nacionales. La invitación es a darse cuenta que la solidaridad se puede vivir en el día a día, en cada uno de nuestros gestos y de nuestras interacciones.

Por ejemplo, partamos por el gesto por excelencia que nos permite entrar en contacto con otro. El “saludo”. Saludar, significa hacer ver al otro que nos dimos cuenta que él existe, que está ahí, y que nos interesa.

Es lo que echan de menos algunas personas en las empresas cuando el jefe no saluda. ¡No ser reconocido! Varios jefes no se dan cuenta de la importancia de tan pequeño gesto, para sus subordinados.

Hoy en día, en el tráfago diario, se usa el ¿hola, cómo estaí? casi inconsciente, a lo que algunos, sin duda en broma, contestan “bien, ¿o tienes tiempo para escuchar la respuesta?”. Es cierto, la vida actual es rápida, y hay tantas interacciones que no hay tiempo para saludar, ¿o será que soy yo el que no me permito ese tiempo?

En su “Historia de Chile” Gonzalo Vial, comenta que, a principios del siglo pasado, ya existía la preocupación por este pequeño gesto. ¿Cómo le "ha"? decían los más pudientes al dejar caer un saludo, seguramente acompañado de una actitud condescendiente. Dice Vial que eso causaba tal escozor en algunas personas que contestaban ¿y a Ud. que le importa?

En definitiva, antes como ahora, vemos que es un gesto importante, fundamental en la interacción entre personas que, como todas las cosas, puede ser bien hecho o mal hecho, y que ello depende exclusivamente de uno.

Nuestra invitación es a que, durante este mes, hagas este gesto en forma conciente, saludes con afecto, que ello se note en el tono, en la forma, en tu sonrisa. El ideal es que, al menos una vez al día, con diferentes personas cada día, intentes pasar a una segunda frase después del ¿cómo estás? Seguro que esto te abrirá mundos insospechados.

Una segunda invitación para este mes, es saludar cada vez que entres a un ascensor. Es difícil, al principio, pero vas a ver como el hábito comienza a extenderse y, pronto nos transformaremos en un país como tantos en que este es un gesto habitual.

Estamos seguros que estos pequeños gestos generan diferencias en el estado de ánimo de las personas, y en definitiva en sus comportamientos.

Si quieres probar, tómalo como un compromiso contigo mismo, por todo un mes y comenta tus resultados con tus amigos.

2 comentarios:

Guillermo Pizarro dijo...

Hola Mauricio:De casualidad he dado con este tu blog y,mas allà de felicitarte por la intenciòn del mismo, lo que me convoca es proponerte un intercambio de informaciòn sobre la familia MALBRÁN (tambièn Malebràn), cuyo origen y descendencia estoy trabajando como genealogista para publicar este año en la Revista de Estudios Històricos.Lo que necesito es los datos de tu familia, hasta lo más atràs que conozcas.Ojalà que acojas mi peticiòn. Te saluda Guillermo Pizarro Vega

mauricio malbran dijo...

ok, mi mail es mauricio.malbran@gmail.com