miércoles, 27 de mayo de 2009

El tiempo es oro



Dicen, desde tiempos inmemoriales, que el tiempo es oro.
De ser así, todas las mañanas, a cada uno de los más de 6.780 millones de habitantes del planeta, se le entrega ¡la misma cantidad de oro! O sea, cada uno de nosotros recibimos 24 horas para hacer con ellas lo que queramos.



¡El tiempo es el único bien realmente democrático!

En mi caso, durante mucho tiempo, decidí usarlo todo en un solo tema, y, merecidamente, fui calificado de trabajólico por eso.

Hoy, ya más maduro, pienso que cada uno de nosotros debe construir un buen equilibrio entre las siguientes cuatro áreas que se disputan esas 24 horas:

El espacio familiar, por cierto, la responsabilidad primera de cada uno de nosotros. Ocuparse activamente del bien-estar propio y de la familia directa, cónyuge, hijos, y luego padres, hermanos, tíos, etc.

El espacio laboral, de ese casi nadie se olvida, base de la realización personal de muchos, esencial para tener recursos para vivir. Pienso que en mayoría de los humanos es el más presente de todos por la obligatoriedad de los cumplimientos, ya sea de horarios, de entregas, de contratos … no hay como zafarse.

El espacio social, que tal vez podría llamarse frente solidario, es decir, aquellas cosas que hace uno a favor de los más desposeídos, una forma también de agradecer por los dones recibidos. Englobamos aquí cualquier tipo de ayuda a terceros, habitualmente de condición social más desmedrada, que involucre tiempo nuestro y que se haga sin buscar ninguna retribución directa. Este frente llena el corazón. Todas las veces que lo he practicado, termino observando que he recibido mucho más de lo que dado.

El espacio espiritual, que tiene que ver con la búsqueda de la trascendencia. Algunos lo resuelven en las iglesias, otros con la energía universal, otros con la Pachamama, pero lo relevante es la búsqueda!

Mi experiencia es que es preciso analizar con frecuencia, ojalá al menos semanal, que está haciendo cada uno con sus 24 horas. ¿Están presentes estos cuatro espacios? Si no es así, se puede vivir mucho tiempo, pero en algún momento, los espacios ausentes pasarán la cuenta.

Si uno efectivamente ocupa su tiempo en estos 4 espacios, yo creo que uno vive “más feliz”. Entonces mi recomendación es a pensar con frecuencia ¿que estoy haciendo para desarrollar cada frente?

Y aquí una invitación a los que somos, como yo, más apretados con sus gastos y sienten que siempre se puede postergar el gasto en desarrollo personal. Una consulta, ¿Cuánto tiempo invirtió el año pasado en su propio crecimiento? Es cierto que muchas de esas actividades de crecimiento son caras, y que al momento de tener que elegir frente a “buenas vacaciones” para la familia al menos yo siempre privilegié vacaciones, no es menos cierto que uno podría conciliar las dos, si se lo propone y si le da la importancia que realmente tiene.

En definitiva "mida la forma en que está invirtiendo las 24 horas que le entregan todas las mañanas, y sea conciente de ello"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace un par de años, nuestro antiguo Director de Indap Regional, para aplicar algunos trabajos de su Magister, nos invitaba a participar de algunos encuentros. Uno de los que mas me llamo la atención...y se me grabo, dice relación con tu escrito. El nos hablaba de un Trebol de Cuatro Hojas, hojas de igual tamaño: la familia - el trabajo - tu entorno social - y tu desarrollo personal o sueños. pucha que se parece no????. El tema es ese, hojas de igual tamaño, para un desarrollo armónico.

Pues si, desde emponces, yo también me pregunte ¿como anda el tamaño de mis hojas??? .... Creo que mi vida empezo a cambiar,..... ademas..no en vano pasan los años....y no vuelven atras. Plop!!!

Cariños
Cecilia